La estancia aquí nos ha encantado. El trato de Alberto es excepcional, da gusto encontrarse con gente tan amable y atenta. Recomendamos el desayuno , las vistas , la sensación de estar en casa y sobre todo sus habitaciones con la mitología asturiana (Trasgu se porto bien jeje). Por cierto no olvidéis probar su mermelada de arándanos. Para repetir sin duda. Volveremos. Dany y Maite.